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Hablar de jamón es hacer referencia al producto cárnico local más valorado fuera de nuestro territorio. No en vano, en 2021, las exportaciones de este producto aumentaron un 7,3%: o sea, más de 65.000 toneladas exportadas en total. Traducido a cifras económicas, su valor creció alrededor de un 17%, con respecto al anterior ejercicio, hasta superar los 600 millones de euros, según ha informado la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc).

Los datos dan cuenta de las perspectivas favorables que se presentan para el sector, pese a los continuos retos a los que se enfrenta la industria cárnica (sin ir más lejos, el impacto de la guerra en Ucrania). El sector del jamón ha sabido colocar su producto internacionalmente y, sin duda, el secreto de su éxito tiene que ver, en gran parte, con la calidad y la sostenibilidad.

Reconversión de los procesos productivos

Además de una cuestión de responsabilidad, trabajar por la sostenibilidad es garantía de productividad y eficiencia. Consciente de ello, el sector cárnico –y más concretamente, el jamonero– ya ha iniciado un proceso para reconvertir sus procesos productivos: desde la cría en granja, hasta la distribución del producto.

En este sentido, una de las prioridades es reducir la huella de carbono. Si bien es cierto que la producción porcina no es la que más emisiones genera dentro de la industria cárnica (como, por ejemplo, sí sucede con la producción de ternera o cordero), existe un compromiso fehaciente por controlar la generación de gases de efecto invernadero.

Más sostenibilidad, más calidad

En el caso del jamón, los estándares de calidad del producto, a menudo, exigen que el cerdo nazca y se críe en la misma zona en donde se produce el jamón. Igualmente, se cuida minuciosamente la alimentación del animal, basada en cereales de producción local o, incluso, en algunos casos, en bellotas y pastos naturales.

Con todo, las prácticas sostenibles en cuanto a la producción del jamón favorecen métodos más competitivos, un menor impacto medioambiental y un mejor producto. A su vez, también potencian el tejido económico local y contribuyen a frenar la despoblación de muchas zonas rurales.

Llegar al consumidor

No obstante, la segunda parte del desafío de la sostenibilidad es comunicarla para que llegue al consumidor. Desde Meat 2030, asesoramos y ofrecemos soluciones a empresas del sector del jamón para trabajar el green marketing y la comunicación sostenible. Para hablar de todo ello, el próximo 9 de junio, a las 17.15 horas, estaremos presentes en el XI Congreso Mundial del Jamón, celebrado en Segovia, con la ponencia La sostenibilidad como herramienta de marketing para el sector jamonero.

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